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Mi Diario veinticinco de mayo 2003, noche. Domingo.
El amor no pasa jamás.
Carlos, ayer, tras la Misa en el Madroñal, nos ha entregado, con el consentimiento de Francisco Javier y Mónica, la carta que les había escrito sobre cómo auscultar y comprobar de cuanto quilates era el oro precioso de su mutuo amor.
Dice que nos la apliquemos cada uno a su propia pareja y que la charlemos juntos.
José Carlos y yo así lo vamos a hacer y el próximo día recogeré en mi Diario querido nuestra conversación y nuestros puntos de vista.
Transcribo primero la carta que me gusto muchísimo y que no quiero peder.
A Mónica.
“El Amor según San Pablo”
El espejo de tu amor.
Carta del 21 de mayo de 2003.miércoles.
Gracias ante todo por la tarde del domingo, tras el Cursillo, tan maravillosa pasada en vuestra casa. Caía la brisa allá de Tejeda y se dibujaba el Roque Nublo recortado en el horizonte.
Me preguntaste, Mónica, cómo podrías saber si tu amor por Francisco Javier era verdadero y "de buena calidad".
Yo te respondí que te miraras en el espejo que nos dejó Pablo (I Cor 13- 1-8) y vieras cómo te reflejabas en él.
"El Amor es paciente" ¿Es paciente tu amor a Francisco Javier? Cuando él está nervioso porque no le salen las cosas, o porque le fue mal el precio al vender la mercancía, ¿"no te irritas" ni "te agrias"? Espera a que él se calme y acepte las cosas como son ahora. "Espera": la paciencia verdadera siempre es esperanza.
"El Amor es suave, servicial". ¿Yo al servicio de él? ¿De qué? ¿Yo con suavidad mientras él está hecho un energúmeno? ¡Qué se habrá creído "ese"! (es curioso cuando estás enfadada no le llamas por su nombre; le llamas "ese", como si no le conocieras)
"El Amor es benéfico", produce y hace el bien. Sí, Mónica, el bien del otro, no el propio, y por tanto el de Francisco Javier.
"El Amor no se disgusta"," no es envidioso, no es jactancioso".Es duro. No disgustarse cuando la pareja te está fallando al menos un poco, cuando tú la ves encasquillada en su egoísmo, en su yo, en su gusto y su placer.
No va diciéndose por ahí, soy perfecta amando, soy la mejor esposa, ninguna pareja está tan unida como nosotros, no. Con humildad reconoce el "don de Dios", el amor mutuo, y se lo agradece en oración sincera. No te comparas con otras parejas para creerte "superior" o para envidiar sus bienes, su confortabilidad sus comodidades y sus disfrutes.
"El Amor no busca sus propios intereses" sino siempre tiende a hacer feliz al otro, sin caprichos, (entonces no le haríamos el bien) tiende realizarlo como persona aunque éste pueda llevar dentro el "no", porque el sí sería un mal para él. Y es muy difícil a veces decir no a la persona que amamos por encima de nosotros mismos.
"El Amor no toma en cuenta el mal", no es rencoroso ni vengativo. No "guarda", y se recome, perdona siempre, olvida totalmente, ni se acuerda de lo que le ofendió.
El que más ame, pida al otro perdón primero, sin buscar si tu o yo fuimos culpable, pues más vale no perder ni un segundo de nuestras vidas, separados, enfadados, que saber quién ofendió a quién.
En toda pelea casi siempre hay algo de culpa por las dos partes. Y si la culpa fue totalmente del otro y tú "se la guardas", ya hay también culpa en ti.
"Se alegra con la verdad". Buscar la verdad, en la serenidad y la paz, nunca en la discusión y el enfado, es amor. Porque si la pareja no vive en la verdad, en "su verdad", sino en el propio y mutuo engaño, el amor ya está destruido, seco y muerto.
"Todo lo excusa".Siempre encuentra atenuantes en las equivocaciones de su pareja, sin engañarse.
"Lo cree todo". Pero, ¿todo...todo...? ¿Todo...todo...todo...?, ¿Porqué no vas a creer a tu pareja? ¿Qué interés se le sigue en engañarte?
El engaño, ¿no es ya una falta de amor y de unión? Sin sinceridad no puede haber unión tranquila.
Si tu pareja nunca te ha fallado ¿porqué te va a engañarte ahora?
"Lo espera todo". El amor busca el bien del otro, pero no ama para que le amen, no da, para que le den, no acaricia para que le acaricien, lo da todo, la persona completa, cuerpo y espíritu, pero no exige nada a cambio. "Do ut des" decían los latinos. Te doy para que me des. Pero esto es comercio y si se comercia con los sentimientos y con el amor, prostituimos el amor.
Pero el amor, como el amor de Dios, espera la correspondencia, tiene siempre el corazón abierto para recibir, desea "como amante hacerse amado para permitir a su amado ser amante", y que pueda realizarse plenamente en el DAR, en el DARSE.
"Lo sufre todo, lo soporta todo".Cuando el amor es verdadero es más fuerte que la muerte (Cantar de los Cantares) y aunque la pareja le falle, ella no falla, sigue amando como el primer día como prometió y como se comprometió. Pero no por obligación sino porque a pesar de todo su amor sigue vivo, intacto, inalterable: su amor no ha muerto.
Por eso "el AMOR NO PASA JAMAS", no se acaba nunca, no es "pasota", permanece integro y fuerte, por encima de los avatares de la vida.
Por eso la pareja que se ama así de verdad, es indestructible, nada ni nadie la puede romper.
"Prometo amarte, todos los días de mi vida".Hasta aquí el compromiso. Y más allá de la muerte, y hasta siempre, siempre: hasta aquí el amor.
Me diste un beso en la mejilla y me dijiste "gracias". Créeme que en verdad me he sentido plenamente pagado.
La próxima semana comentaré esta carta porque aún no hemos tenido tiempo de tratarla y dialogarla José Carlos y yo, y espero sus comentarios y aportaciones que serán muy jugosos.
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sábado, 7 de julio de 2007
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